¿Cómo prevenir los problemas de circulación en personas mayores?

18/08/2023

El envejecimiento naturalmente conlleva una serie de cambios en nuestro cuerpo. Uno de los más comunes, pero a menudo pasados por alto, son los problemas de circulación sanguínea.

Estos problemas pueden manifestarse de diversas maneras y, aunque son comunes en la tercera edad, existen estrategias para prevenirlos o al menos reducir su impacto. Por ello, a continuación, te ofreceremos una guía completa sobre cómo detectar y prevenir estos problemas.

Síntomas de problemas de circulación

Los síntomas de problemas de circulación son variados y pueden variar en gravedad de una persona a otra. Algunos de los más comunes incluyen:

  • Piernas y pies fríos o entumecidos.
  • Cambios de color en la piel, como palidez o coloración azulada.
  • Hinchazón en pies, tobillos y manos.
  • Venas varicosas o arañas vasculares.
  • Úlceras en pies y tobillos que no cicatrizan rápidamente.

Causas de los problemas de circulación en personas mayores

Las causas de la mala circulación son diversas, algunas directamente relacionadas con el envejecimiento y otras con estilos de vida o condiciones médicas. Las causas principales incluyen:

  • Envejecimiento: A medida que envejecemos, las paredes de nuestras arterias pueden volverse más rígidas y menos flexibles. Esto puede dificultar el flujo sanguíneo y aumentar la presión arterial, lo que lleva a problemas circulatorios.
  • Acumulación de placas: Con el tiempo, es posible que se acumulen depósitos de grasa, colesterol y otras sustancias en las paredes de las arterias, formando placas. Estas placas pueden estrechar las arterias y reducir el flujo sanguíneo, lo que se conoce como aterosclerosis.
  • Hipertensión: La presión arterial alta es común en personas mayores y puede dañar las paredes de las arterias, debilitándolas y afectando la circulación.
  • Diabetes: Las personas mayores con diabetes pueden desarrollar daño en los vasos sanguíneos, lo que puede dificultar la circulación y aumentar el riesgo de problemas cardíacos.
  • Estilo de vida: Factores como la falta de actividad física, una dieta poco saludable, el tabaquismo y el exceso de peso pueden contribuir a problemas circulatorios en personas mayores.
  • Enfermedades cardíacas: Las afecciones cardíacas, como la insuficiencia cardíaca o las arritmias, pueden debilitar la capacidad del corazón para bombear sangre de manera eficiente, lo que afecta la circulación.
  • Coágulos sanguíneos: Las personas mayores tienen un mayor riesgo de desarrollar coágulos sanguíneos, que pueden obstruir el flujo sanguíneo y causar problemas circulatorios.
  • Falta de actividad: La inactividad física puede debilitar los músculos y reducir la eficiencia del sistema circulatorio en general.
  • Enfermedad vascular periférica: Esta condición se caracteriza por un estrechamiento de las arterias que suministran sangre a las extremidades, lo que puede causar dolor y dificultad para moverse.
  • Genética: Los antecedentes familiares pueden influir en la predisposición de una persona a problemas circulatorios.
  • Consumo de alcohol: El consumo excesivo de alcohol puede contribuir a la hipertensión y dañar el sistema circulatorio.
  • Falta de hidratación: La deshidratación puede hacer que la sangre sea más espesa, lo que dificulta su circulación a través de las arterias.

Es importante recordar que cada persona es única y puede enfrentar problemas circulatorios por diferentes razones. Por ello, consultar con un profesional de la salud puede ayudar a identificar las causas específicas y establecer un plan de manejo adecuado para mantener una circulación saludable en la tercera edad.

¿Cómo saber si tengo problemas de circulación?

Para determinar cómo saber si tengo problemas de circulación, lo más recomendable es prestar atención a los síntomas mencionados anteriormente y acudir a un médico si detectas cualquier anomalía.

Un médico puede realizar exámenes específicos, como estudios de imagen o pruebas de presión arterial en diferentes partes del cuerpo, para diagnosticar problemas de circulación de la sangre.

¿Cómo prevenir la mala circulación en personas mayores?

La prevención siempre es la mejor estrategia. Aquí te presentamos algunos consejos para prevenir los problemas de circulación:

Realizar ejercicio

El ejercicio regular es esencial para mantener una buena salud circulatoria. No es necesario correr maratones; caminar, nadar o realizar ejercicios de bajo impacto durante 30 minutos al día puede hacer una gran diferencia.

Cuidar la alimentación

Una dieta equilibrada y rica en frutas, verduras y granos enteros puede ayudar a mejorar la circulación. Limitar la ingesta de grasas saturadas, sal y azúcares añadidos es crucial.

Además, consumir alimentos ricos en antioxidantes y omega-3 puede ayudar a prevenir el endurecimiento de las arterias.

Poner los pies en alto

Especialmente si ya se han detectado síntomas de problemas de circulación, es útil elevar las piernas por encima del nivel del corazón varias veces al día. Esto ayuda a la sangre a regresar al corazón y puede reducir la hinchazón y otros síntomas.

Evitar el tabaquismo y limitar el consumo de alcohol

El tabaco es un enemigo de la circulación, ya que estrecha y endurece las arterias. El alcohol, por otro lado, debe consumirse con moderación. Un consumo excesivo puede elevar la presión arterial y afectar negativamente la circulación.

Usar ropa adecuada

Evita ropa o calzado que apriete demasiado. La compresión excesiva puede obstaculizar la circulación, especialmente en tobillos y piernas.

Como ves, aunque los problemas de circulación son comunes en las personas mayores, no es inevitable sufrirlos. Con un estilo de vida saludable y prestando atención a las señales de nuestro cuerpo, podemos prevenir o manejar estos problemas para tener una vejez más activa y saludable.

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