Hiporexia en personas mayores ¿Cómo tratar la falta de apetito?

06/05/2025

¿Notas que tu familiar mayor come cada vez menos y ha perdido el interés por la comida? Este cambio puede estar relacionado con la hiporexia, un problema frecuente en la tercera edad, que puede tener graves consecuencias para su salud y su calidad de vida. En este artículo te explicamos qué es la hiporexia, por qué afecta especialmente a las personas mayores, sus consecuencias y cómo actuar cuando una persona mayor no quiere comer por falta de apetito.

¿Qué es la hiporexia y por qué afecta a los mayores?

La hiporexia, también conocida como pérdida del apetito o disminución del deseo de comer, es un trastorno común en la población de edad avanzada. Aunque no es una enfermedad en sí misma, sí que puede ser un síntoma o consecuencia de que algo no va bien en el organismo o en el estado de ánimo de la persona mayor. 

La hiporexia en las personas mayores es especialmente preocupante porque puede pasar desapercibida durante semanas o meses. Hay que tener en cuenta que las personas mayores tienden a comer menos por causas naturales (disminución del sentido del gusto o el olfato, menos gasto energético, etc.), pero cuando esta falta de apetito es persistente y provoca pérdida de peso o malnutrición, es necesario intervenir.

Causas de la falta de apetito en personas mayores

Existen diversas causas que explican la falta de apetito en las personas mayores. Es el caso de:

  • Cambios fisiológicos naturales del envejecimiento. La pérdida de gusto y olfato o el hecho de tener una digestión más lenta pueden hacer que la comida resulte menos apetitosa y la persona tenga menor sensación de hambre.
  • Enfermedades. Muchas enfermedades pueden causar hiporexia, ya sea por la propia enfermedad o por el tratamiento.
  • Medicamentos. Hay medicamentos que pueden alterar el apetito o el sentido del gusto, e incluso determinados fármacos pueden provocar náuseas, vómitos, diarrea o estreñimiento, que también afectan al apetito.
  • Problemas dentales o de deglución, que dificultan la masticación o provocan molestias al comer y tragar.
  • Trastornos del estado de ánimo. La depresión, ansiedad, soledad, el estrés o el duelo por la pérdida de un ser querido pueden afectar al apetito de la persona mayor.
  • Hábitos alimentarios. La soledad o la falta de motivación para preparar y consumir variedad de alimentos puede hacer que la persona mayor se aburra o pierda el interés por la comida.

Consecuencias de la hiporexia en personas mayores

Si no se atiende a tiempo este problema, la hiporexia puede tener consecuencias graves para la salud:

  • Desnutrición y pérdida de peso y masa muscular (sarcopenia).
  • Sistema inmunológico debilitado, lo que aumenta el riesgo de infecciones.
  • Mayor fragilidad ósea, lo cual conlleva riesgo de caídas y fracturas debido a la pérdida de fuerza y a la propia fragilidad de los huesos.
  • Deterioro cognitivo y empeoramiento de enfermedades neurodegenerativas.
  • Peor calidad de vida y mayor dependencia funcional.

Por todo esto, es importante actuar en cuanto se detectan los primeros signos de que una persona mayor no quiere comer.

¿Qué hacer cuando una persona mayor no quiere comer?

Cuando un adulto mayor presenta hiporexia, lo más importante es actuar con empatía y buscar soluciones personalizadas. Es conveniente consultar con el médico o un nutricionista para conocer las causas de la hiporexia y establecer determinadas pautas o recomendaciones que pueden ayudar a mejorar el apetito, como estas:

  • Ofrecer pequeñas porciones, pero con mayor frecuencia a lo largo del día, en lugar de solo tres comidas principales, de este modo se facilita la digestión de alimentos.
  • Elegir alimentos y comidas de fácil masticación y deglución. Conviene acompañar con salsas, caldos y aceite de oliva para mejorar la textura de las comidas. 
  • Hacer las comidas más atractivas, visual y gustativamente
  • Evitar los alimentos que reducen el apetito. Nos referimos a las comidas que provocan gases, acidez, reflujo, etc., como es el caso de las legumbres, algunas verduras, el café, el té, determinadas especias, etc. 
  • Favorecer la compañía durante las comidas, ya sea con familiares, cuidadores u otros residentes (si es una residencia o centro de día). De este modo podemos conseguir que la hora de la comida sea un rato agradable y que la persona mayor se sienta motivada a comer como los demás. 
  • Realizar ejercicio físico y cognitivo. Debemos animar a la persona mayor a realizar ejercicio físico y tareas que estimulen el trabajo cognitivo, siempre adaptado a sus posibilidades, ya que estas actividades pueden mejorar su estado físico, la circulación, la digestión y también su apetito.

Socializar. Las relaciones sociales y las actividades de ocio, al aportar satisfacción y alegría, ayudan a que la persona mayor recupere el interés por aquellas cosas que solían resultarle agradables, como la comida.

Suplementos nutricionales para adultos mayores

Cuando la alimentación habitual no es suficiente para cubrir las necesidades energéticas y nutricionales, puede ser necesario recurrir a los suplementos nutricionales para adultos mayores. Estos productos ayudan a prevenir o revertir la desnutrición y a mantener la energía, la masa muscular y la salud general.

Existen diferentes formatos que se pueden adaptar a las preferencias y necesidades de cada persona. Suelen ser suplementos nutricionales líquidos o semisólido que se administran por vía oral, de este modo podemos conseguir una ingesta adicional de calorías y nutrientes. No obstante, estas fórmulas no tienen que ser necesariamente completas ni necesariamente equilibradas, ya que no deben constituir una fuente exclusiva de alimentación. Es recomendable elegir suplementos que estén específicamente formulados para la tercera edad y siempre contar con el asesoramiento de un profesional de la salud.

¿Cómo puede ayudarte Bouco?

En las residencias para mayores y centros de día Bouco cuidamos cada detalle en la atención a nuestros mayores, especialmente su alimentación. Sabemos que, en esta etapa de la vida, una buena alimentación es clave para la salud física y emocional, y por eso prestamos una atención especial a quienes presentan hiporexia u otros problemas relacionados con la ingesta y deglución de alimentos, en donde destacamos las dietas personalizadas en nuestras residencias de mayores en Ciutat Diagonal, Vigo o nuestra residencia de mayores en Manresa, entre muchas otras.

Nuestro objetivo es que todas las personas mayores disfruten del momento de la comida en Bouco: sus aromas, sabores, colores y texturas forman parte de una experiencia placentera, social y reconfortante. Para quienes tienen dificultades para masticar o tragar, ofrecemos comida texturizada, una alternativa adaptada que permite degustar y saborear como el resto de comensales, sin renunciar al placer de comer bien.

Fuentes consultadas:

Psiquiatría.com. Hiporexia: Pérdida del apetito en la vejez. Disponible en: https://psiquiatria.com/psicologia-general/hiporexia-perdida-del-apetito-en-la-vejez 

Sociedad Española de Geriatría y Gerontología. Rev Esp Geriatr Gerontol 2003;38(4):226-236. Dietas enriquecidas y suplementos nutricionales en ancianos hospitalizados. Disponible en: https://www.elsevier.es/es-revista-revista-espanola-geriatria-gerontologia-124-pdf-S0211139X03748896 

La Razón (28/11/2024). ¿Qué es la hiporexia que ya afecta al 30% de los ancianos? Disponible en: https://www.larazon.es/salud/que-hiporexia-que-afecta-30-ancianos_202411286747c25a7337f20001ae24b5.html 

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